ENTREVISTA CON DIEGO EL CIGALA
El cantaor madrileño habla del disco de tangos que grabará en el show que realizará en el Rex en abril. "Estoy aprendiendo y ensayando. Por suerte, está Youtube, que me ayuda". Teme no estar a la altura de las exigencias.
por Javier Firpo
Habían advertido del carácter bravo del madrileño Diego El Cigala. "No lo llames en medio de un ensayo... te vomita", o "Y si le preguntan algo que no le gusta, te corta", recordaron algunos que tuvieron la agria experiencia de hablar con el cantaor flamenco. La empresa no era sencilla.
-¡¿Sí?!
-Hola, ¿Diego?
-¿Qué pasa?
-Desde Buenos Aires te llamamos...
-Estoy ensayando...
(?) Gracias al escepticismo previo, la charla comenzó a remontar.
¿Qué estás ensayando?
"Garganta con arena". Este Polaco Goyeneche es un majo increíble. Y ni hablar del autor, Cacho Castaña... Qué mágico que es youtube, estoy aprendiendo a cantar tango y a copiar sus movimientos a través de la computadora. Diez años atrás hubiera tenido que viajar a la Argentina.
¡Bueh! Al menos se lo escucha fluido al gran Cigala, una de las figuras del Festival de Otoño, que se desarrollará entre el 16 y el 29 de abril, y contará con nombres rutilantes (aparte).
Objetivamente, ¿cómo te sale?
Siempre soy objetivo. Empezó no saliendo y ahora sale bien, me gusta, aunque reconozco que introducirme en el tango es un riesgo, uno de los grandes desafíos de mi vida.
¿Respetarás versiones originales o imprimirás tonos gitanos?
Yo no canto como maestros del calibre de Gardel o Goyeneche... Respetaré a los autores, pero yo impondré mi voz flamenca.
El 15 de abril, El Cigala llegará a la Argentina, realizará una serie de shows por el interior y el 29 cerrará el Festival de Otoño, con un recital que será grabado y editado para un futuro álbum, titulado "Cigala Tango".
¿Dónde apareció tu amor por el tango?
Por mi tío, el cantaor Rafael Farina, quien me hizo escuchar a Gardel. Y fasciné. Después me regalaron una antología de Goyeneche y quedé cautivado. Por eso estoy obsesivo con youtube, que me sirve de escuela. Estoy a mis anchas con las versiones de "El día que me quieras", de Gardel, Goyeneche y Julio Sosa. Además, cuando fui por primera vez a Buenos Aires, me llevaron a una tasca en el Abasto, donde iba Gardel...
¿Por dónde pasan tus miedos ante semejante desafío?
Por no estar a la altura de las circunstancias. Confío en la respuesta de la gente, el tema soy yo, mi exigencia para dar lo mejor. De todas maneras, el miedo alerta y fortalece.
"Papi, ¿quién es?", se escucha de fondo. "Ven, Rafael, cántale al amigo argentino". Y de repente, lo inesperado: "Quiero emborrachar mi corazón/para apagar un loco amor/que más que amor es un sufrir...". Con apenas cuatro años, el pequeño Rafa sorprende con el bello tango "Nostalgias". "Este niño no deja de erizarme la piel", dice ya un reblandecido Cigala.
Diego, ¿vos podés ofrecer alguna muestra por teléfono?
Contra todos los pronósticos, se despacha con un mini-recital de cinco minutos que incluye fragmentos de "Garganta...", "Nostalgias", "El día que me quieras", "Alfonsina y el mar" y "Las cuarenta". Un lujo. Finalizado el petit-show, cuenta que el disco tendrá unos 12 temas y que fue ardua la selección, ya que debió elegir entre más de cincuenta alternativas.
¿El tango marca un intento aislado en tu carrera?
No, el tango se suma a mi vida, es una vuelta de página. Siento que aporta a mi interior, me enriquece en todo aspecto.
¿Le encontrás parecidos con el flamenco?
La nocturnidad, el estilo sensual. Al tango y al flamenco le bastan una barra y un buen vino.
¿Qué te queda por hacer?
Mucho, pero hay algo que ya no podré lograr y que me amargó: quería cantar a dúo con la Negra Sosa. Una pena.
Por Javier Firpo
Fuente: larazon.com.ar
